La idea de crear un sitio web nace porque tenemos algo que comunicar con el mundo. Y un tema que puede resultar interesante. Porque, por ejemplo, aunque crear una página Web con nuestros hobbies y aventuras cotidianas puede ser un buen ejercicio como aprendizaje, a la hora de la verdad a poca gente le resultará interesante leerlo. Para esto, obtendremos mejores resultados creándonos una cuenta en una de las numerosas redes sociales.
El tema también debe de ser concreto. Si dominamos la informática y la jardinería, no resultará serio si creamos un sitio en el que encontremos las dos cosas. Es mejor crear un sitio independiente para cada una.
No sólo debemos de elegir un tema que resulte atractivo para un grupo de usuarios, si no que debemos de tener información sobre él. No tiene demasiado sentido crear un sitio para escribir un sólo artículo de media página.
El tema elegido determinará el diseño de la página. No es lo mismo si pensamos mostrar fotos de animales para los amantes de las mascotas, una web para niños, una empresa de informática, etc.
Una vez elegido la temática, debemos de distinguir cuales son las categorías en las que vamos a dividir nuestro sitio. Estas serán más genéricas o menos, dependiendo del tamaño del sitio.
En nuestro ejemplo vamos a crear la web de una asociación de aficionados a las flores. Principalmente, a esta ficticia asociación le interesa exponer sus fotografías de flores en la web, pero también crearemos las páginas que den a conocer la asociación y que permitan ponerse en contacto con ella.
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